19.12.2023 | Autora: Soledad Magnone
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El campo de los derechos humanos y las tecnologías digitales (derechos digitales) se ha expandido significativamente ante los desafíos y oportunidades de la era digital. Entre los principales factores se ha resaltado la necesidad imperante de cerrar brechas educativas que amplifican las injusticias sociales en nuestras sociedades de la información. ¿De qué manera las tecnologías digitales afectan a las sociedades y medio ambiente? ¿Cómo se utilizan para restringir y ampliar la participación en sociedad? Estas son algunas de las temáticas que la educación digital ha ignorado y reforzado así las desigualdades sociales. En este artículo compartimos sobre las acciones colectivas desde JAAKLAC iniciativa investigando e incidiendo por una educación digital basada en el pensamiento crítico, los derechos humanos y la participación. Este blog forma parte de la campaña Educación Digital Crítica para todes para generar conversación en torno al derecho a la educación de calidad en la era digital. Con este objetivo realizamos podcasts y blogs colaborativos con activistas y juventudes de América Latina y de otras regiones del mundo.
Educación y desigualdades en América Latina
La desatención de las agendas digitales en temas de educación digital han beneficiado a corporaciones tecnológicas y gobiernos. Estas divisiones en el aprendizaje implican que una elite acceda a la información que las tecnologías digitales recolectan y tomen decisiones en torno a sus propósitos. Por otro lado, el diseño de las tecnologías digitales tiene cada vez mayores implicaciones en las realidades y el desarrollo de las personas, sociedades y medioambiente. La educación digital refiere a aprender y enseñar con y sobre tecnologías digitales. Las estrategias en este sentido se han centrado en el uso de las tecnologías digitales y el desarrollo de competencias para el mercado de empleo y economía. Los grandes desafíos para la educación digital fueron evidentes durante la pandemia de COVID-19, con grandes dificultades en el acceso, usabilidad de herramientas, didácticas y contenidos, por parte de docentes, estudiantes y familias.
Las brechas en educación digital afectan particularmente a América Latina, la región que conlleva las desigualdades sociales más agudas en el mundo. Estas afectan especialmente a grupos minoritarios, tales como mujeres, afro, indígenas, rurales, infancias, juventudes, personas con discapacidad y pobres, entre otras. Ante la pandemia COVID-19 la región experimentó una expansión del acceso digital significativo que fueron mediados por problemáticas estructurales de la región. Tal como lo explicaron reportes de la CEPAL en 2020:
“El desarrollo y la adopción de soluciones tecnológicas están condicionados por factores estructurales: una heterogénea estructura productiva, un mercado laboral con una marcada informalidad y precariedad, una clase media vulnerable, un debilitado Estado de bienestar, una infraestructura digital deficiente y restricciones socioeconómicas al acceso y la conectividad.”
Factores estructurales y amplificados durante la pandemia a nivel social, político, económico y sanitarios resultaron en que la región experimentase las tasas mundiales más altas en incidentes de seguridad digital. Tal como indica STATISTA:
“En el primer semestre de 2020, la región registró las tasas de ciberataques más altas del mundo, con casi tres veces más ataques a través de navegadores móviles que la media mundial. Si bien el rápido crecimiento y la complejidad de los ataques a la red representan un gran desafío para el sector, la escasez de profesionales de TI con capacitación agrega una capa de dificultad para que las organizaciones de América Latina aborden estas brechas de seguridad.”
Es importante también contextualizar el clima social de la región antes de la pandemia accionando nuevos desafíos en relación al ecosistema digital. Desde el 2019 la región experimentaba lo que algunos medios definieron como la “primavera Latinoamericana”. Esta relacionaba el clima regional con la tal llamada “primavera árabe”, con movimientos sociales emergiendo en contra de los prolongados gobiernos autoritarios en el Medio Oriente y Norte de África. En América Latina, las protestas en diferentes países señalaban la reducción del estado, gobiernos autoritarios, incremento de la pobreza, y causas feministas, por ejemplo, en pro del derecho al aborto y equidad de género, entre otras.
Oficinas híbridas, diálogo y acciones colectivas
Construir sociedades más justas en la era digital implica fundamentalmente una educación digital desarrollando el pensamiento crítico, los derechos humanos y la participación. Ante este contexto, a finales del 2020 lanzamos JAAKLAC iniciativa para investigar e incidir por prácticas en Educación Digital Crítica. Los proyectos son limitados en el tiempo, colaborativos y basados en el voluntariado. En cada proyecto iteramos prácticas diferentes de aprender y enseñar desde diferentes perspectivas. De esta forma enlazamos diferentes visiones del mundo desde el activismo, tecnología, academia, artes y educación, entre otros. Las acciones colectivas intercambian el conocimiento desde diferentes culturas, geografías y disciplinas, especialmente centradas en juventudes, América Latina y el Mundo Mayoritario.
Las prácticas en EDC se llaman Oficinas y se dividen en Compartir, Aprender y ¡Hacer! Estas construyen sobre la educación dialógica del pedagogo brasilero Paolo Freire mediante el intercambio horizontal entre pares. Este enfoque promueve la consciencia crítica a través del encuentro de diferentes puntos de vista. En las Oficinas minimizamos las exposiciones a 10-15 minutos e invitamos a quienes presentan a incluir preguntas y actividades para que el grupo reflexione sobre los temas. Las prácticas también se inspiran en el trabajo del sociólogo Colombiano Orlando Fals-Borda en Investigación Acción Participativa. Estas se materializan al compromenternos con grupos generalmente excluidos de discusiones de las agendas digitales y fomentando su auto organización para cambiar la realidad. La metodología IAP permite a quienes participan intercambiar roles, entres docentes, estudiantes e quienes investigan.
Las acciones se fortalecen con un aprendizaje por proyectos o experiencial, co creando guías, prácticas educativas, videos, ilustraciones, podcasts, blogs y campañas en redes sociales. Este proceso creativos se favorece mediante formatos EDC son híbridos, dentro y fuera de internet. Este es un enfoque inclusivo el cual permite que quienes participan se auto-organicen, accesible para tecnologías de bajo rendimiento y diferentes idiomas. Así, quienes participan pueden unirse a las sesiones en grupo desde un salón con una misma computadora o celular, de manera individual con dispositivos personales o mediante otras combinaciones. A su vez, entre cada sesión virtual se realizan actividades asincrónicas para que quienes participan puedan intercambiar y progresar de manera independiente en los proyectos. Finalmente, los resultados de los proyectos de JAAKLAC se comparten de manera abierta, en campañas de redes sociales y bajo licencias Creative Commons 4.0. Esta incidencia es en pro del uso de las tecnologías digitales en contextos educativos, la reflexión colectiva en torno a sus efectos, y la participación activa para materializar soluciones hacia sociedades más justas. Estos implican identificar, reutilizar y compartir los recursos y esfuerzos impulsados desde diferentes organizaciones y personas.
Conoce algunos de los proyectos:
Saga Detox de Datos Latine | Edición 2021
Derechos Humanos Digitales en el Caribe
Educación Sexual Integral Digital
Políticas de Protección de Datos y Privacidad de Niñes y Adolescentes: ¡Hacemos entre Todes!
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